LO BUENO DE LLORAR. LO MALO DE NO HACERLO.
A veces la vida nos pone delante de los ojos situaciones difíciles. En algunas ocasiones son tan díficiles que sentimos que somos incapaces de contenerlas o manejarlas. Que el dolor ahoga y el cuerpo se estremece, el estómago se contrae y caemos de rodillas. Tan difíciles que sentimos cómo nos rompemos en millones de trocitos. Tan difíciles... que lloramos.
Y llorar, queridos amigos, está bien.
Llorar es agarrar aire, sacar lo que nos duele y seguir adelante. Llorar ayuda a relajarte, a liberar emociones, a deshagorte.
Cuando lloramos ocurren muchas más cosas de las que imaginamos.
- Activamos el sistema nervioso parasimpático y le permitimos a nuestro cuerpo relajarse y descansar tras un esfuerzo.
- Segregamos oxitocina y endorfinas generando un estallido hormonal que se traduce en una sensación de profundo bienestar.
- Liberamos por las lágrimas químicos causantes del estrés como el manganeso, adrenalina y noradrenalina; produciendo en muchos casos un estado de calma tan grande que induce al sueño.
Empezamos en esta vida llorando, y llorando, algo dentro de nosotros se purga, se limpia, se aclara, se calma...Sin embargo la humanidad, a lo largo de los años, ha ido calando en nuestra mente mensajes como "los chicos no lloran", "no llores que estás fea" o "no llores que te está mirando todo el mundo". Mensajes inocentes que a pesar de sus buenas intenciones han causado un enorme daño en la mentalidad de millones de personas.
¿Qué ocurre si contemos las lágrimas y no nos permitimos llorar?
Lejos de volvernos más fuertes, cuando reprimimos este instinto natural perjudicamos enormemente nuestra salud y contenemos más rabia y más agresividad. Esa tensión mental que guardamos dentro no desaparece, se transforma generando problemas físicos (dermatitis, alteraciones instestinales, etc) y psicológicos (trastornos de ansiedad, etc).
"Cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, si no por todas las cosas que no lloró en su debido momento". - Mario Benedetti
Así que, querido amigo, de ahora en adelante sé consciente de la importancia que tiene conectar con tus sentimientos, fluir con ellos, darles un espacio y un lugar.
Llorar no te hará más débil ni más frágil, llorar ahora te hará más libre después.
No te pierdas nuestro blog para más temas como este.
Un fuerte abrazo.